Tal y como cita economia.elpais.com, los estudiantes que cursan parte de su carrera en universidades internacionales tienen más habilidades para conseguir un empleo en el futuro. Según un estudio de la Comisión Europea, esos alumnos poseen al menos cinco puntos fuertes: mayor capacidad de adaptación; confianza en sí mismos; conciencia de sus fortalezas y debilidades; capacidad para tomar decisiones y vigor a la hora de resolver problemas.
Por cercanía con España y por perfeccionar el inglés, Reino Unido es uno de los países a tener en cuenta si uno decide cursar fuera toda la carrera, una opción por la que se decantaron 9.070 estudiantes españoles en el curso 2012/2013.
¿Es viable para cualquier alumno español marcharse tres años a Gran Bretaña? Lo primero que hay que tener claro es que las universidades británicas son caras. La matrícula de la mayoría de centros es de 9.000 libras (10.872 euros) al año, una cifra que se acerca más al coste medio de las universidades privadas de España, que ronda los 8.200 euros, y que queda muy lejos de los 1.105 que cuestan las públicas, según datos del Ministerio de Educación. Para que los estudiantes puedan asumir este gasto y formarse en facultades anglosajonas, existen tres vías puestas en marcha por los gobiernos de las tres regiones que conforman Gran Bretaña. En Escocia, el Gobierno cubre el 100% del importe de la matrícula, lo que quiere decir que al estudiante le sale gratis la carrera, excepto a los ingleses. En Gales, el Ejecutivo da una ayuda de entre 4.000 y 5.000 libras y en Inglaterra el Gobierno ofrece préstamos sin intereses por un importe máximo de 9.000 libras
Para poder optar a esos créditos, hay que cumplir tres requisitos: ser ciudadano de algún país miembro de la Unión Europea, haber sido admitido en alguna universidad inglesa y que el grado esté en la lista student loans (préstamos para estudiantes) aprobada por el Gobierno. El estudiante comenzará a devolver el préstamo cuando su sueldo sea superior a 21.000 libras al año y una vez transcurridos 30 años la deuda habrá prescrito.
Los gastos de manutención van aparte. “Se necesitan unas 700 libras (845 euros) para gastos de piso o residencia universitaria, comida y demás”. “En Inglaterra la mentalidad de los estudiantes es completamente distinta. A los 18 años, por norma general, se independizan y compatibilizan sus estudios con trabajos por horas, lo que se conoce como little Jobs (pequeños empleos). Tienen asumido que su vida adulta empieza a los 18 años. Los departamentos de relaciones internacionales de los campus pueden ayudar al alumno a la hora de encontrar un mini empleo.
En Reino Unido no existe la selectividad ni las notas de corte para acceder a un grado. Cada universidad fija unos requisitos de acceso y uno de los criterios para realizar la criba es la nota media obtenida en primero y segundo de Bachillerato. Los estudios universitarios en Reino Unido están homologados dentro del Plan Bolonia, la diferencia es que la duración es de tres años y no de cuatro como en España.
Cinco años después de su graduación, la tasa de desempleo de los estudiantes que cursaron parte de su carrera en el extranjero es un 23% inferior a la de los que se quedaron en su país de origen, concluye el estudio de la Comisión Europea The Erasmus Impact.